2013 va a ser un año muy movido en cuanto a sistemas operativos móviles. A los ya omnipresentes Android e iOS se unen un gran elenco de nuevos y viejos resurgidos sistemas operativos para móviles que quieren ganar algo de cuota de mercado en el gran pastel de los dispositivos móviles que cada año es más importante.
Windows Phone 8, BlackBerry 10, Ubuntu for Phones y por supuesto Firefox OS llegan con fuerza este año, cada uno prometiendo la mejor experiencia para sus usuarios.
Pero analicemos primero cómo se han organizado tradicionalmente los ecosistemas móviles:
- Terminales: Algunos como iOS o BlackBerry están creados para dispositivos concretos, el resto se pueden usar potencialmente por diversos fabricantes de dispositivos, en muchos casos previo pago de licencia. Habitualmente los terminales tienen que tener una potencia media-alta para poder ejecutar estos sistemas.
- Aplicaciones: Las aplicaciones creadas para estos sistemas son exclusivas para ellos, programadas normalmente en un lenguaje concreto. (Java, Objetive-C, .Net…).
- Tienda de aplicaciones: Cada plataforma tiene su sistema para distribuir aplicaciones, controlado por el fabricante del SO quien cobra una comisión de las ventas.
Esto es, todo el ecosistema está cuidadosamente controlado por el mismo agente, creado silos verticales desde los dispositivos, a la tienda y las aplicaciones. Tanto iOS como Android han seguido este sistema, y las nuevas apuestas como Windows Phone 8, Blackberry 10 y Ubuntu Phone han replicado esta estructura.
¿Qué significa esto para los usuarios?
A los usuarios no les importa todo este culebrón… ¿o sí?
En realidad les debería importar mucho más de lo que creemos, ya que están atados a estos «silos» una vez acceden a ellos. Cuando adquieres una aplicación en estas plataformas, sólo la estas adquiriendo en esa plataforma, y tendrás que volver a adquirirla si decides moverte a otro sistema. Ni siquiera puedes utilizarlo en tu escritorio, donde de nuevo tienes que volver a adquirir la aplicación equivalente.
Esto es sorprendente cuando la aplicación es desarrollada por una misma empresa en todos los sistemas. Si por ejemplo adquieres el famoso juego Angry Birds en Android, tendrás que volverlo a hacer en cada una de las plataformas que uses, como si fueras personas diferentes, y tus partidas salvadas serán diferentes.
Además, sólo hay un lugar donde adquirir tus aplicaciones, un lugar que además está cuidadosamente controlado y organizado por el creador de SO, algo así como lo que pasaba al inicio de la web con los directorios de sitios, donde sólo veíais lo que había allí.
En tema de terminales, para poder disfrutar de una experiencia fluida, deberás adquirir un terminal de gama media-alta (> 200 €), ya que los requisitos de estos SO no son nada modestos.
¿Y los desarrolladores?
Para los desarrolladores esta fragmentación de plataformas en cuando a lenguajes de programación es una pesadilla viviente.
Si quieres llegar a todos los usuarios posibles tienes que saber (o disponer de personal que sepa) programar en lenguajes dispares: Java, Objetive-C, .NET… además pagar distintas licencias de desarrollador y crear la misma aplicación de cero al menos 2 o 3 veces, una para cada plataforma.
Además estás atado a la tienda de cada uno de los fabricantes, si no estás en ella no eres visible, y debes sumar a la licencia de desarrallor la tasa de aproximadamente 20-30% que se quedará el fabricante. No tienes el control sobre tu propia aplicación.
¿Qué aporta Firefox OS?
Para los usuarios aporta una libertad y disponibilidad absoluta de sus aplicaciones.
Estas, al ser aplicaciones web, no están atadas a una plataforma en concreto (ni siquiera a Firefox OS) y se podrá usar la misma aplicación tanto en Firefox OS, como desde un navegador en tu escritorio, como en otras plataformas móviles que tengan navegadores modernos. Si compras una aplicación, la compras una vez, la disfrutas donde quieras.
Las aplicaciones no sólo están en el Firefox Marketplace, si no que puedes buscar aplicaciones como buscaras webs, ya que todo el mundo puede publicar sus aplicaciones sin depender de terceros.
Además, Firefox OS es una plataforma muy liviana, que se puede ejecutar en terminales de gama baja (< 100€) de forma fluida. Olvídate de atarte a un operador dos años para poder pagar un terminal de más de 300 € (algo que en muchos mercados emergentes es imposible permitirse).
A los desarrolladores les ofrece sencillez e independencia.
Las aplicaciones se desarrollan con tecnologías web estándar (HTML/CSS/JS), una ventaja teniendo en cuenta que si iOS y Android estiman su base de desarrolladores con conocimientos en su plataforma entre 400 y 800 mil, y en la web estamos hablando de más de 8 millones 😉
Las aplicaciones web tienen toda la potencia que puede tener una aplicación «nativa», esto incluye acceso seguro al hardware gracias a las nuevas APIs web estándares (cámara, bluetooth, acelerómetros…), y con una comunidad y recursos gigantesco con una historia de más de 15 años. En otras plataformas móviles, las aplicaciones web son jugadores de segunda, no teniendo acceso a casi nada y con un rendimiento muy pobre.
Firefox OS ofrece a las aplicaciones web una plataforma para ejecutar todo su potencial sin capas intermedias, el motor es el mismo que potencia Firefox y está en continuo desarrollo y mejora gracias a la gran competencia que hay en el mercado de los navegadores desde hace años (en otras plataformas no hay competencia ya que cada SO usa su propia y única máquina virtual o motor).
Las aplicaciones las distribuye el desarrollador, y aunque Mozilla ofrecerá el Firefox Marketplace para promocionarlas, no es necesario usarlo y pueden ser distribuidas e instaladas directamente desde el servidor del creador. Al fin y al cabo de no deja de ser una página web potenciada por las nuevas tecnologías web. El desarrollador decide, dónde, cómo y cuánto vale su aplicación y sólo tendrá que crear la aplicación una vez.
La web es la plataforma
¿Os imagináis que alguien le ofreciera a Facebook crear una aplicación para escritorio en Windows? Directamente le echarían a patadas.
Curiosamente eso no pasa ahora mismo en la plataforma móvil, donde la web no es relevante y la moda es crear aplicaciones «nativas», motivado por cómo están concebidas estas plataformas para que el fabricante tenga el control del ecosistema.
En Mozilla creemos que esto puede y debe cambiar, y que sean los usuarios y desarrolladores los que tengan el control de su experiencia, sin ataduras a fabricantes que quieren controlar todo para su beneficio económico, los usuarios al mando, hacer de la web la plataforma.
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